
El templo en el límite de lo permitido por la pandemia y con recogimiento exquisito se celebró el viacrucis del miércoles de ceniza, en el que participaron las fuerzas vivas de la Parroquia de la Encarnación. La procesión penitencial estuvo protagonizada por los portadores del crucificado en la representación de la Hdad. de la Pollinica, el Grupo Parroquial dela Amargura y la Hdad. De la Soledad, así como los curiales de la Hdad. Del Nazareno y acólitos dela Parroquia.
El P. Adrián Troncoso García fue el encargado de llevar los cantos solemnes de cada estación, haciéndose el recorrido por todas y cada una de las estaciones del interior del templo. Las lecturas de cada una de las estaciones estuvieron protagonizadas por la Hdad. De la Columna en la primera estación., la Agrupación Parroquial de la Medalla Milagrosa en la segunda. La Hermandad de Santa Marta en la tercera. El Colegio de las Salesianas en la cuarta. La Hdad. Del Cristo del Amor en la quinta. Caritas Parroquial en la sexta. Hdad. De la Soledad en la séptima. Representación de las catequistas en la octava. Hdad. De los Romeros de San Bernabé en la novena. La Hdad. Del Rocío en la décima. La Hdad. Sacramental en la undécima. La Agrupación de Cofradías en la duodécima. La Asociación Horizonte en la décimo tercera y Jesús Televisión en la décimo cuarta.
Tras el bellísimo y recogido Viacrucis el P. D. José Antonio Sánchez Herrera tuvo palabras emotivas y exquisitas para aperturar el tiempo de Cuaresma con esta festividad del miércoles de ceniza, de cuyas bellas palabras cabe destacar que dijo, que la Cuaresma es tiempo de gracia y de misericordia y que la Cuaresma en pandemia era tiempo para reflexionar sobre el regreso a la casa del Padre, la vuelta a la casa de Dios que nos creó, porque Dios nos busca, sale a nuestro encuentro y está deseoso de llevarnos a casa. Y continuó diciendo con extraordinaria emoción: Hay tres puntos de encuentro: El dolor, porque no hay misericordia sin lágrimas. El Perdón incondicional. La generosidad que es lo más contario al poder, al éxito, a la fama; es la verdadera libertad. La Alegría de vivir la vida con compasión y Misericordia y ya… de vuelta a casa. Textualizamos su frase final: “Os deseo para todos una provechosa y Santa Cuaresma”.